Boidae - gray, 1825
(LINNAEUS, 1758)
Nombre común: Culebra de agua, anaconda.
Nombre científico: Eunectes murinus.
Localidad típica: Guyana.
Distribución geográfica: Colombia, Venezuela, Trinidad y las Guayanas.
Distribución conocida en Venezuela: Todos los ríos y caños de la red hidrográfica del Orinoco. También se encuentra en algunos ríos de los Estados Sucre, Guárico, Cojedes, Apure y Portuguesa.
Descripción: Cabeza alargada, con hocico algo truncado; cuerpo poderoso; cola corta, prensil y puntiaguda. Rostral no perceptible desde arriba; nasales semi-divididas y en contacto; orificios nasales en posición superior; ojos estrábicos y ubicados en posición latero-superior; pupilas verticales. Un par de prefrontales largas; un frontal pequeña; varias interoculares y un par de parietales pequeñas; dos postnasales. una preocular, tres postoculares y dos suboculares; escamas de la región temporal, numerosas y variables. Las supralabiales 14 a 17 y las infralabiales varían entre 18 a 21; no hay fosetas labiales. Las escamas dorsales son pequeñas, hexagonales , lisas y sin fosetas, dispuestas en 56 a 64 hileras en el medio del cuerpo. Las ventrales son más bien pequeñas y varían entre 242 a 265; las subcaudales enteras , y ocasionalmente, algunas divididas, en número total de 63 a 75; cloaca, simple.
La coloración de esta serpiente es muy característica: cabeza pardo olivácea obscura, con una franja oblicua de color negro, situada detrás de los ojos y bordeada por anchas manchas amarillentas o anaranjadas, la coloración del cuerpo es verde oscuro oliva, con una serie de manchas redondas negras y alternas, que tienen unas tres a cuatro escamas de diámetro; dorsolateralmente hay manchas más pequeñas y anulares, con un ocelo blanco, amarillento o anaranjado, el vientre y la cola están muy manchados de negro.
La «culebra de agua» puede llegar a medir unos doce metros aproximadamente y su peso puede llegar hasta unos 150 kilogramos. Tiene hábitos semi-acuáticos y nocturnos; es muy voraz y se alimenta de caimanes, peces, mamíferos y otros animales, a los que normalmente asfixia dentro del agua, estrangulando a sus presas con su poderosa musculatura, para luego engullirlos dentro o fuera del agua y a pesar de no ser una serpiente venenosa, los ejemplares adultos son muy peligrosos y agresivos. Se conocen pocos accidentes mortales provocados por esta serpiente en seres humanos, muy veloz dentro del agua pero de movimientos lentos en tierra. La «anaconda» vive en el remanso de los ríos ciénagas y lagunas.
Serpiente no venenosa.